jueves, 15 de mayo de 2014

Todos somos diferentes


Actualmente, nuestras aulas están llenas de alumnos que presentan el fiel reflejo de la sociedad: alumnos de altas capacidades, motivados hacia el estudio, alumnado ACNEE, inmigrantes, con problemas de conducta, pasotas, ... Una mezcla de niveles, actitudes y aptitudes que a simple vista parece imposible de conciliar. Pero esa es exactamente la labor de los centros educativos: enfocar la diversidad como un recurso y una oportunidad para el aprendizaje.

Todos somos diferentes, todos tenemos algo distinto a los demás y es precisamente esa diferencia lo que nos hace importantes. Debemos valorar este hecho como positivo porque nos permite apreciar distintos puntos de vista y aprender a ser tolerantes, comprensivos y a aceptar diferentes formas de ser, pensar y actuar.

Por ello, el profesor debe transmitir la idea del aula como comunidad de aprendizaje, donde se fomenta la individualidad positiva, la auto-regulación y el trabajo cooperativo. Entre todos debemos construir una comunidad en la que cada uno aporte su grano de arena, en la que todos tengan algo que decir y se sientan partícipes. Debemos ser capaces de poder atender las necesidades de cada uno de ellos y poder ofrecerles lo que necesitan en cada situación de aprendizaje.

Una vez asumido el punto de partida, nuestro siguiente paso debe ser la búsqueda de estrategias para potenciarlo. Hemos encontrado en la red muchas y variadas, pero casi siempre dirigidas a alumnado de infantil y primaria. Secundaria nos parece una etapa distinta, más compleja aún, si cabe, por la edad de nuestros alumnos. Y precisamente pensando en ellos, en poder transmitirles que la diversidad es positiva y una ventaja real, proponemos una actividad relacionada con los intereses de los adolescentes: las redes sociales e internet.

La tarea consistirá, en primer lugar, en diseñar una encuesta  en inglés sobre el uso de las redes sociales e internet dirigida a sus compañeros. Dado que es un tema de actualidad y muy cercano a sus intereses, todos serán capaces de aportar algo. Para eso, la profesora dividirá la clase en pequeños grupos de cinco o seis alumnos. Éstos serán heterogéneos, puesto que se intentará que haya alumnos con diferentes capacidades, lo que propiciará que el equipo aprenda a distribuir tareas en función de las habilidades de cada miembro, a organizarse y compartir conocimientos y asumir roles variados para llegar a un buen resultado en común. De esta forma también se favorecen la comunicación y las relaciones interpersonales. Una vez diseñada la encuesta cada grupo llevará a cabo la propuesta por otro grupo distinto al suyo de manera individual.

Para la segunda parte de la actividad nos decantamos con otra medida flexible, una actividad multinivel. Se trata de reflejar el vaciado de la encuesta redactando sus resultados con distintas opciones de dificultad, para favorecer el desarrollo individual del alumnado. Se propondrán distintas opciones para que cada uno elija: essay, gráfico, hoja de EXCEL, presentación en POWERPOINT / SLIDESHARE o similar, tablas, …


Hemos intentado buscar ejercicios que se amolden a toda la heterogeneidad ya mencionada y nos parece que una posible estrategia sea combinar el aprendizaje cooperativo con el basado en proyectos y el autónomo. Así enlazamos la adquisición de conocimientos compartida, producto de la interacción y cooperación entre los miembros del grupo con la articulación de los conocimientos de forma flexible y el auto-aprendizaje. Se trata, en fin, de dar respuestas a todos y cada uno de los niveles que coexisten en el aula, de que cada alumno encuentre actividades acordes a su nivel de competencia curricular.

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